lunes, 15 de diciembre de 2014

descripcion de mi plaza

Era un atardecer sosegado y tranquilo, con esa luz mágica que nos despide del día y nos hace mas humanos, enfrentándonos a lo que realmente somos. llamó mi atención el reflejo  de las farolas, que envueltas en los arboles, hacian o conferian un ambiente intimo y bello, con la iglesia al fondo, toda la plaza parecia un lugar donde soñar, una pareja de jovenes charlaban sentados en un banco, un par de hombres se afanaban en su conversación, buscando el calor en las palabras y la compañia, junto a ellos dos niños, jugaban ajenos al exterior, quizas costruyendo ese mundo imaginario, del que somos protagonistas de pequeños, cuando la inosencia nos permite volar dentro de el.                            
podria ser la plaza de cualquier pueblo, pero era la del mio, era en la que yo me habia perdido de niña, arropada por sus laberintos.
La iglesia pequeña y coqueta, evocaba el tiempo, en el que sin responsabilidad ninguna, nos subiamos a la cruz de marmol colocada en la puerta y haciendola nuestra, nos encaramamos con el sabor de la merienda aun en la boca.
El tallir de las campanas, se mezclaba con la suave brisa de otoño, que oxigena y prepara para el invierno.
una vieja comía pipas , con la candencia que da la vejez. El olor a guiso de una casa vecina, se mezclaba con el olor a amargura y  a fritanga que salia de un bar, donde un hombre fumaba, arropado por la luz mortecina y cansada, que algunos establecimientos antiguos tienen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario